HISTORIAS PARA MAYORES: EL LLANTO FELIZ DEL DUENDE EURITEÑO.-

Madrecita Mª del Carmen ...Manolo EscobarA la Estrella DONDE MORAN MIS PADRES.-

¡ Hola Guapos !
Vuestro hijo, desde el planeta, donde un día estuvo el Paraíso Terrenal.
Besos, os quiero.

Tengo ganas y necesidad de contaros cosas, algunas, relacionados con la historia del Primer Premio que me concedieron y que resultó,
¡ EL PILLAJE AL EURITEÑO DE UN PREMIO !.-
Antes quiero comentar contigo cosas, Papi.

Pensando la felicidad que disfrutáis juntos aunque no esté con vosotros, en cierta medida estoy contento, pero, tengo una curiosidad.
Papi, ¿ Como pasaste los setenta años esperando a que tu mujer, Mami, se reuniera contigo?, ¡ es mucho tiempo!.
Se, que la quieres mucho y esperaste, pero ¿ la reñiste cuando llegó por la tardanza?.

Tú sabes más que nadie, pero deja que tu hijo aclare el porqué de esta tardanza.
Mira Papi, estuvo tantos años con nosotros, porque además de su vida, tenia que vivir los años que a ti la barbarie te quitó. ¿ Lo comprendes ?.
Seguro, seguro, que lo sabias.

Además, tu mujer cumplió perfectamente su misión aleccionadora de madre, nunca tus hijos por las enseñanzas y consejos que Mami nos dio, hemos ido por caminos torcidos, ni por sendas engañosas, donde con indeseable pestilencia, la maldad se esconde en acechante y traidora espera, usando falsas apariencias en los comportamientos para medrar ponzoñosamente, a costa de hacer daño a los más débiles.
Nunca, hemos necesitado de la Justicia, ni para juzgar, ni ser juzgados.
Que alegría, ¿ no papi ?. SE LO DEBES A TU MUJER.

Tienes también otros motivos para alegrarte y dar un beso a Mami. Fue la matriarca responsable de toda la saga que hoy llevamos tu sangre, y necesitabamos su presencia, ¡ que ya somos muchos !, hijos, nietos, biznietos; todo partió de vosotros dos, y afortunadamente, hoy os seguimos toda una prole.
¡ Venga ! dale otro beso a Mami.
Muy bien, gracias, he escuchado el ósculo, ¡ cómo os quereis !. Os mando un beso a cada uno.
Papi, ahí lo sabeis todo lo sucedido en este mundo material, pero, te voy a contar un secretillo que no conté a Mami.

Tú sabes la afición familiar a escribir por entretenimiento, tu hijo, o sea yo, sigo la tradición, y algunos escritos mios han sido seleccionados en competiciones de nivel local.
Ahora el secreto.
A Mami no le conté, que, poco antes de irse contigo, un escrito mio, en una competición de Narrativa Provincial de un tema que nos propusieron, fue distinguido con el PRIMER PREMIO de Caja Madrid de esta provincia.
El motivo de no decírselo como me hubiera gustado, fue por no disgustarla, pues por envidia personal de una señora que ni conocía, incrustada sin categoría suficiente para el gobierno del centro donde tramité mi escrito, vetó el que se me concediera una placa que lo acreditara.
Me propuso un chamacano reconocimiento, que naturalmente no acepté.
Me quedé pues sin premio, aunque al ser provincial, podía haber reclamado en la Central.
Pero siguiendo la honorabilidad familiar no lo hice, porque, no es elegante recibir un PREMIO RECLAMADO.
¡ Ay Papi !,¡ Como es la vida terrenal !, y su contrapartida, ¡ como son las madres !. LA GINDA DEL DULCE DE LA VIDA SON LAS MADRES .

Papi, tú sabes, porque la naturaleza así lo ha dispuesto, que lo más grande para una madre son sus hijos.
¡ Cómo nos conocen !, hasta por la forma de andar descubren nuestros problemas, y para todos encuentran y aciertan con la solución.
Ahora me voy a emocionar, poneos muy juntitos para que con el influjo de vuestro amor me fotalezca.
Mira Papi y para que Mami se entere. En tu fiesta homenaje de los cien años, el Alcalde de nuestro pueblo, te regaló una placa recordando esta efeméride y me la regalastes diciendo:

- HIJO, QUEDATELA PARA TI, como RECUERDO DE ESTE DÍA;
- y no se por qué añadistes,
- ¡ TE LA MERECES !. ..
- En mi humilde despacho la tengo. Todos los días la contemplo y a tu fotografía.
Terminastes diciéndome.
- Quiero verte alegre, pues " noto algo raro en ti ".
- Fue un momento emotivo que controlé; pero después en privado, lloré, lloré... y lloré, fue

EL LLANTO FELIZ DEL DUENDE

mi madre, A SUS CIEN AÑOS, conseguía lo que a mi me habían negado, y ME LO REGALABA.

¡ NADA HAY MÁS GRANDE QUE UNA MADRE !

Este desahogo, sanó por completo mi herido sentimiento, por el condenado premio literario, que sin tenerlo latente, a veces revivía.
Lleno de felicidad pude apreciar, que tanto de niño, como siendo abuelo, lo verdaderamente PURO e importante para mi, era EL AMOR DE MI MADRE, siempre allanándome las dificultades de la vida, incluso a sus cien años.

" ALGUIEN PODEROSO ", puso a disposición de mi madre, los medios para atemperar el nefasto avatar mundano que su hijo había soportado, para que se cumpliera que:
¡ No hay nada en este mundo, que el amor de una madre no conceda a sus hijos, si está dentro de sus posibilidades !.
Ni herida sentimental en un hijo que no la detecte, y para todo, tienen palabras y obras, que actúan de bálsamo sanador.
Así ha sido desde el principio de los tiempos, y será para siempre, pues el amor de las madres es, lo único que nos hace presentir lo que será la Gloria.
ATESORAN ESTE DON CON LA COLABORACIÓN DEL CIELO, POR LA PUREZA, Y GRANDEZA, DE SU AMOR.

Mami, te has enfadado por no decírtelo. ¡ a que no !, pero, si me perdonabas todo cuando estábamos juntos, ¿ como no vas a perdonar desde El Paraíso ?.
¿ Lo habeis pasado bien con lo que os he contado ?, al menos valorareis que no os olvido.
Venga, otro día os contaré más cosas, porque tengo que ir a dormir; ojalá sueñe con vosotros. Besos de vuestro hijo Pedro.